Las lágrimas de Diderot y D'Alembert

Pocos imaginaron que una enciclopedia en línea como Wikipedia se convertiría en referencia mundial del conocimiento no formal ni especializado, por encima de otras de mayor renombre y prestigio, igualmente en línea. Quizá no sea una fuente útil para generar conocimiento científico, pero está claro que el liderazgo de Wikipedia es incuestionable en lo que se refiere a trabajos escolares, consultas puntuales, simple sed de cultura o acopio de curiosidades. Estoy seguro de que grandes prohombres de la Ilustración como Diderot y D'Alembert --tan llenos sus textos de buenas intenciones para la humanidad, tan vacías sus vidas de iniciativas prácticas consecuentes-- derramarían lágrimas de emoción si pudiéramos exponerles el caso. Su proyecto de Encyclopèdie (más de 71.000 artículos en 28 volúmenes) fue todo un logro para los tiempos que corrían (la última edición de la Encyclopædia Britannica contiene 500.000 artículos), ha sido ampliamente superado por la obra de Jimmy Wales y su reducido equipo de administradores (15.000.000 de artículos en 271 ediciones --cada una correspondiente a un idioma «activo», en el que se hacen aportaciones y correcciones regularmente-- doce de las cuales superan las 300.000 entradas).

El concepto de Wikipedia --en realidad el buque insignia del movimiento wiki, nacido alrededor de 2001-- es algo así como la encarnación de un anhelo anarquista, una especie de utopía social como las que florecieron brevemente durante la Guerra Civil española y desaparecieron sin apenas consecuencias. La diferencia es que aquí se trata de todo lo contrario: el invento se ha consolidado como una aportación crucial a la cultura universal realizada por voluntarios anónimos que vuelcan desinteresadamente su conocimiento limitado sobre cualquier parcela de la realidad y la ficción. Y para acabar de rematarlo: en menos de una década ha superado en número de consultas a las enciclopedias de la competencia, por lo general grandes marcas de toda la vida que migraron sus contenidos del papel al disco duro (eso sí, sin olvidar limitar el acceso, o proporcionándolo bajo suscripción) tras la debacle generalizada de la venta de enciclopedias al peso.

Otro de los factores del éxito de la Wikipedia es que una buena parte de sus contenidos (el 30%) hace referencia a temas, objetos y tendencias de la cultura popular: personajes de comic, series y programas de TV, tribus urbanas, modas, curiosidades... eso sin contar los que se ocupan en detalle de obras de ficción de todo tipo. En cambio, apenas el 1% se compone de artículos científicos y/o filosóficos (lo que no impide que algunos destaquen por su alta calidad). Una auténtica radiografía de la legión de usuarios/consumidores que la alimentan constantemente, y de por dónde van sus preferencias e intereses.

Como todo proyecto realizado por no especialistas, desde un principio se cuestionó la utilidad de parte de sus contenidos, argumentando que se trataba básicamente de una moda. Cuando se vio que aquello adquiría coherencia y se consolidaba la labor de mantenimiento, entonces dijeron que los artículos eran poco fiables o escritos por don nadies (la pataleta del experto se le llama a eso), y que incluía saberes demasiado populares, cuando no directamente estúpidos e inútiles. De nada sirvió: Wikipedia siguió aumentando de volumen y su uso se extendió por encima de criterios de verdad y legitimidad. Como todo nuevo credo de rápida difusión, experimentó cismas internos (en jerga wiki se denominan forks o bifurcaciones); así como proyectos paralelos, basados en la misma tecnología pero con un criterio más específico, por lo general geográfico: comarcas, pueblos, incluso barrios, abrieron sus propias enciclopedias para dejar constancia de todo aquello que tuviera que ver con su historia y su ámbito cultural. Animadas por este éxito, muchas tribus urbanas y no urbanas y toda clase de entidades hicieron lo mismo.

El éxito de Wikipedia se basa en dos premisas: facilidad de acceso y gratuidad (el santo y seña del usuario/consumidor de internet). Después de casi una década, tanta información disponible se ha convertido en una tentación para los creadores: Michel Houellebecq se ha visto envuelto en la enésima acusación de copia/pega de párrafos enteros de la Wikipedia en su nueva novela, La carte et le territoire (2010). Siendo como es Houellebecq, aparte de que el tema se la traerá floja, le encantará (y a sus editores también, por supuesto) que se monte una polémica así, puesto que ayuda a que el libro se promocione más, mejor y gratis. La novedad es la reacción de Wikipedia que ha dicho que, dado que los contenidos están bajo licencia de Creative Commons, que permite la copia bajo determinadas condiciones (las cuales, por cierto, se cumplen en este caso), pues que haga lo que quiera. Los escritores y expertos, mientras tanto, debaten por un quítame allá unas comillas. El tema no da para más, pero en los mentideros de la polémica purista a la antigua usanza no se dan por enterados. Quizá Houellebecq no sea tan escrupuloso como Fernández Mallo (que prefiere citar sus fuentes al final de sus obras, aunque tampoco se atreve a censurar al escritor francés), pero ya puestos a hilar fino, Wikipedia no produce los contenidos que publica, y las condiciones de aportación de contenidos dejan muy claro en qué términos se hace.

¿Qué pasaría si alguien publicara una selección de artículos de Wikipedia (o de cualquier fuente donde la copia estuviera permitida) con un criterio personal, no comercial y citando las fuentes, y cosechara un éxito que le permitiera luego enriquecerse vendiendo otras obras suyas? En este campo aún no hemos llegado al nivel de Linux, donde la libre distribución y la copia no son incompatibles con la explotación comercial que las empresas hacen de sus propias distros. Habrá que ir acostumbrándose a estas cosas y a no darles tanta importancia a medida que se repitan.

http://bajarsealbit.blogspot.com/2010/09/las-lagrimas-de-diderot-y-dalembert.html

Comentarios

Entradas populares de este blog

La adolescente mano que mece la literatura (Antichrista)

¿Existe la literatura de anticipación informática?

Patologías conceptuales de la Generación X